El procedimiento tan absolutamente natural que da lugar a la obtención del ajo negro, es el que ha permitido que en los últimos tiempos haya pasado a encabezar la lista de súperalimentos (leer más sobre el ajo negro aquí).
La explicación es muy sencilla: no solo está bueno, que por cierto lo está y mucho, sino que tiene la capacidad de concentrar y potenciar muchas de las bondades que de por sí tiene el ajo y que favorecen la salud del organismo. Si quieres cuidarte mientras que tu paladar se deleita, no lo dudes, el ajo negro es la mejor forma de hacerlo.
Tabla de contenidos
¿Que se puede cocinar con el ajo negro?
Partiendo de la base de que vas a poder utilizar el ajo negro en cualquiera de las recetas en las que habitualmente venías incorporando ajo blanco, en él encontrarás un nuevo y saludable aliado con el que dotar a tus platos de un exquisito sabor.
Si aún no lo has probado, aquí vamos a darte una serie de razones para que te decidas, pues estamos seguros de que esta especie va a convencerte por:
- Ser tierno y estar dotado de un sabor dulce
- Haber perdido el sabor y el olor característico del ajo blanco que desagrada a gran cantidad de personas
- Ser muy energético, por lo que es recomendable introducirlo en tu desayuno de cada día en el que podrás comer de uno a tres dientes
- Tener cabida en cualquier plato, pues sabe ideal con verduras, pollo, en cremas y ¡hasta en postres!
- Su atractiva tonalidad negro azabache, que llama la atención de aquellos a los que les gusta innovar en la cocina
- Ser ideal para reducir tus niveles de colesterol o para regular la hipertensión, con solo consumir un diente después de las comidas
- No es recomendable su producción casera pues, de hecho, con ella se corre el riesgo de que durante la fermentación el ajo coja un hongo
Como estás viendo, razones no van a faltarle al ajo negro para conquistarte. Dale una oportunidad en tu cocina y déjate seducir por este original alimento del que pronto no vas a querer prescindir.
Croquetas de ajo negro y queso azul
La receta que vamos a presentarte te resultará de lo más rica. Da un paso adelante y atrévete con unas croquetas con las que vas a dejar a los tuyos con la boca abierta. Eso sí, prepárate porque no van a dejar de pedírtelas.
Ingredientes:
Para la masa:
- 400 ml de leche
- 4 cucharadas colmadas de harina
Para las croquetas:
- 3 dientes de ajo negro
- Una cebolla
- 150 gr de queso azul
- Huevo
- Pan rallado
- Aceite y sal
Modo de elaboración:
Lo primero que tienes que hacer es cortar la cebolla muy picadita. A continuación, sofríela hasta que adquiera un tono doradito y le añades la harina. Remueve bien durante aproximadamente un minuto con el objetivo de que coja algo de color. Seguidamente hay que ir agregándole la leche. El truco está en que, mientras lo vas haciendo, no puedes dejar de remover en ningún momento, para conseguir una bechamel espesa pero que no tenga esos desagradables grumos.
Comienza a cortar los ajos negros muy pequeñitos y desmenuza el queso azul. Añádelos pero nuevamente no dejes de remover hasta que hayas comprobado que el queso se ha derretido. Prueba y sala. Ve haciéndolo con moderación, pues si te pasas, en conjunción con lo fuerte que de por sí resulta el queso azul, la mezcla podría tener demasiado sabor.
Tienes que dejar que la masa se enfríe por completo. Una vez conseguido, llegó el momento de dar forma a las croquetas. Si tienes niños puedes dejar que te ayuden pues esta es una sencilla operación que suele encantarles y además, fomentar su incorporación a las tareas de cocina, está comprobado que hace niños que comen mejor, entre otras ventajas.
Las croquetas hay que rebozarlas con huevo y con pan rallado, dejarlas secar durante un rato y a continuación freírlas. Asegúrate para ello de que el aceite esté caliente pero sin pasarte y no te olvides de que tienen que quedar igual de doradas por todas partes.
Estas y otras recetas con ajo negro van a cautivarte. Conviértelo en un ingrediente habitual de tu cocina y tu salud saldrá ganando.
VIDEO PARA UTILIZARLO EN EL DESAYUNO:
Referencias:
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